Hacer la mermelada por lo menos un día antes de armar la torta. Para ello, lavar las frutillas, sacar el tallo y cortar en 4. Ponerlas en un bol con azúcar y sal, revolver y refrigerar toda la noche.
Luego, poner a cocinar en una olla amplia, revolver, y dejar hervir suavemente a fuego bajo. Retirar la espuma que a veces se forma y revolver ocasionalmente. No tapar. Después de 45 minutos, sacar una cucharada del líquido de la mermelada a un plato, refrigerar por 5 minutos y probar la consistencia. Debe estar espesa y al mover el plato, la mermelada debe moverse lentamente.
Batir la crema a velocidad alta hasta que empiece a formar suaves olas, agregar el azúcar en forma de lluvia batiendo a velocidad media hasta que tengan picos firmes y quede chantilly.
Separar las galletas y remojarlas en leche hasta que se ablanden un poco. Luego empezar a armar la torta desde el borde externo del molde, poniendo las galletas en círculo y completando hacia el centro, si es necesario partir algunas galletas para cubrir toda la capa.
Con la ayuda de una brocha volver a pincelar las galletas con un poco de leche. Poner una capa de crema chantilly, esparcir y emparejar. Luego agregar una capa de mermelada de frutillas y tapar con una nueva capa de galletas. Repetir hasta completar el molde.
Terminar con crema chantilly, cubrir con film transparente y congelar por mínimo 3 horas.
Retirar del congelador un rato antes de servir. Desmoldar y decorar con frutillas y galletas molidas a los costados.