Salsa de frambuesa:
Lo primero que tienes que hacer es limpiar las frambuesas, si hay alguna parte dañada quítala, y pásalas por un tamiz para que el agua que puedan contener se vaya.
A continuación tienes que verter dentro de un cazo el azúcar con el agua y ponerlo a fuego lento para que se vaya haciendo el almíbar. Tienes que dejar que se cueza pero sin que llegue a convertirse a punto de caramelo. Es decir, debe de quedar transparente y líquido.
Cuando tengas el almíbar listo, debes de añadirle las frambuesas y la maicena hasta obtener la consistencia deseada. Para ello debes de ir removiéndolo y evitar que se te pegue o se te queme.
Seguidamente añadirle el vino y dejarlo evaporar un poco hasta que consigas que la mezcla se espese un poquito.
Ya podrás retirar el cazo del fuego, y tendrás tu salsa de frambuesa para acompañar el solomillo.
Solomillos de cerdo:
Hay que trocear los solomillos, salpimentarlos y sellarlos en una sartén.
Sacar los solomillos y reservar. Una vez terminado con el solomillo sacarlo del sartén, servir en una fuente acompañado de los espárragos y poner un poco de salsa sobre el solomillo, el resto de la salsa ponerla en una recipiente para que cada invitado hecho la cantidad que desee y decorar con frambuesas frescas.