Precalentar el horno a 200° C.
Mezclar la mostaza con el jugo de limón, sal de mar, pimienta, romero y una cucharadita de aceite oliva. Con la ayuda de un pincel, macerar el filete de salmón y dejarlo reposar.
Para hacer la costra, poner los pistachos en un mortero o en una bolsa de plástico (también sirve una servilleta de tela) y machacar con la ayuda de un martillo u otro objeto duro.
A continuación juntar los pistachos machacados con los arándanos, pan rallado, queso rallado y la cucharada de mantequilla. Juntar todos los ingredientes con la ayuda del mortero, hasta obtener una especie de masa húmeda.
Enmantequillar una fuente de horno y poner los filetes sazonados con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada. Poner una capa de la mezcla de pistachos, arándanos, pan y quesos encima de cada filete, tapar con papel aluminio y hornear durante 10-15 minutos dependiendo del grosor de los filetes. En los últimos 2-3 minutos, quitar el papel para que la corteza de pistachos quede crujiente.