(2 unidades)
Para la cebolla en vino tinto:
Para la masa, en un bowl mezclar el agua, levadura y aceite de oliva, luego agregar encima la harina. Revolver con la mano, hasta formar una masa. Reposar durante 30 minutos y luego agrega la sal, mezclando muy bien.
Reposar nuevamente por 1 hora. Agregar aceite de oliva en los bordes del bowl y faldear, es decir, estirar la masa, llevando al centro hasta dar la vuelta.
Reposar nuevamente 1 hora y volver a faldear. Si hace mucho calor, recomendamos mantener la masa refrigerada en el último reposo hasta formar la focaccia (la masa debe duplicar su volumen).
Mientras la masa reposa, preparar la cebolla en vino tinto; cortar la cebolla en pluma y agregarla a una olla con aceite de oliva caliente, condimentar con sal y pimienta. Cuando se comience a dorar, agregar el vino tinto y azúcar, y dejar cocinar a fuego medio por 30 minutos aproximadamente o hasta que la cebolla esté bien cocida y no haya mucho líquido en la olla. Sacar y dejar enfriar.
Una vez pasado todo el tiempo de reposo de la masa y que la cebolla esté lista, formar la focaccia. Poner harina en el mesón, dar vuelta la masa y estirar con las manos formando un rectángulo, luego doblar por la mitad y cortar. Poner cada mitad en una bandeja o lata de horno previamente aceitada. Sobre la masa repartir la cebolla en vino tinto, frambuesas frescas, cuidando de enterrar bien en la masa y el queso roquefort, la idea es cubrir gran parte de la superficie.
Reposar la masa 15 minutos antes de hornear.
Hornear a 220º, en horno precalentado, por 20 minutos o hasta que esté bien dorada. Sacar y pintar con aceite de oliva, dejar enfriar antes de servir.
